Responsabilidad Social Corporativa (RSC)

¿Qué es la Responsabilidad Social Corporativa?

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) consiste en la apuesta por parte de las empresas de comprometerse de manera activa y voluntaria con la generación de impacto social positivo a través de la actividad empresarial que desarrollan contribuyendo al mejoramiento social, económico y ambiental y aumentando, a su vez, su competitividad y valor añadido.

La RSC es una forma de gestión definida por la ética y el compromiso social que se materializa a través del apoyo a programas y proyectos sociales que contribuyan al desarrollo humano sostenible gracias al compromiso de la empresa con las personas, el medio ambiente, la economía y la sociedad donde opera.

Compromiso empresarial con la Economía Inclusiva

EKICONTROL Coil Processing

EKICONTROL colabora activamente en los Programas de LOTURA Garapena, a través de su Responsabilidad Social Corporativa, habiéndose convertido en una empresa de colaboración pionera en el sector industrial gracias a su compromiso con la problemática de las personas en situación de exclusión social.

EKICONTROL considera que las empresas que contemplan y desarrollan una economía inclusiva y que tienen en cuenta el impacto en las personas más vulnerables, deberían ser la norma y no la excepción. Desde esta perspectiva, fomenta un crecimiento económico más sostenible e inclusivo a través de su propia actividad empresarial, gestionando proactivamente sus impactos sociales y ambientales y abriendo oportunidades para las personas más desfavorecidas a lo largo de su cadena de valor.

Las personas son el centro de nuestro proyecto de empresa cuya esencia consiste en el aprendizaje, la formación, el respeto a la diversidad y el trato agradable y cercano. Cualquier actividad empresarial tiene la oportunidad de generar más impacto social e inclusión si considera cómo su producto, o cadena de valor, puede afectar a los colectivos más vulnerables y actúa proactivamente para conseguirlo. La RSC es una herramienta para materializar la generación de valor social en la empresa y su contribución a una sociedad más inclusiva y más justa.
Jon Navarro Labaka (CEO EKICONTROL)

Modelos Empresariales Inclusivos (MEI) como complemento a las Políticas Públicas

Desde LOTURA Giza Garapena queremos destacar la oportunidad que se presenta, en estos momentos, cara a la promoción del trabajo conjunto y la generación de alianzas estratégicas entre el ámbito empresarial y el ámbito de las políticas públicas para fomentar el desarrollo de modelos empresariales inclusivos. En este sentido, los argumentos no son sólo éticos sino que se trata también de argumentos empresariales que movilizan a cada vez más empresas a dar pasos en esta dirección.

Los beneficios que obtienen las empresas que se preocupan por su impacto social y se implican en lograr una economía sostenible e inclusiva son múltiples en la medida en la que están adquiriendo una ventaja competitiva que les refuerza en su posición de liderazgo en sus sectores y les proporciona una reputación positiva de marca, además de una diversificación de su cartera de productos y servicios y una atracción de talento y retención de sus empleados-as. Así mismo, dichas empresas destacan por su capacidad innovadora y su valor añadido frente a los inversores.

Es cierto que, hoy en día, el persiste el debate sobre si la empresa tiene la capacidad de implicarse en su entorno sin condicionar su rentabilidad económica, pero la evidencia es cada vez más sólida en favor de una respuesta positiva a esta cuestión. Testimonios de empresas, estudios y publicaciones de diversas fuentes y tendencias confirman que «cuando las empresas se preocupan por su impacto en la sociedad y asumen el compromiso de buscar el bien común obtienen resultados positivos, tanto económicos como de aceptación social, que redundan en su rentabilidad y en su sostenibilidad a largo plazo».

La magnitud de los retos sociales y la dificultad para su resolución pone de manifiesto la importancia de la implicación del tejido empresarial. Es necesario superar los debates terminológicos e ideológicos y los prejuicios que tratan de poner coto a lo social en relación a determinados modelos empresariales y apostar por poner el foco en la búsqueda de verdaderas soluciones con impacto sostenible en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.

Resulta fundamental, por lo tanto, trabajar para generar fórmulas innovadoras en clave de complementariedad y desarrollar nuevas relaciones colaborativas que generen un mayor impacto social que -junto con el ámbito empresarial– impliquen a la administración pública, las entidades sociales y al ámbito académico actuando de forma articulada en el desarrollo de las Políticas Publicas.

Objetivos de Desarrollo Sostenible-ODS

En este contexto, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), vinculados a la Agenda 2030 y firmados a nivel mundial por 193 países, son la guía que marcan la hoja de ruta en la que estados, empresas y resto de la sociedad estamos llamados a trabajar con una visión y meta común: lograr un mundo en el que nadie se quede atrás, con unas bases más sostenibles y equitativas para las generaciones futuras. Los ODS reconocen, así, los problemas de desigualdad y exclusión que afectan a las personas más desfavorecidas y vulnerables a nivel global, poniendo el acento en la consecución de un modelo de desarrollo económico inclusivo.

Dichos ODS se han convertido en un marco de referencia para que las empresas podamos enfocar nuestra contribución a la construcción de un mundo más inclusivo y sostenible, alineadas con las necesidades de las comunidades de las cuales participamos . En consecuencia, cada vez somos más aquellas que identificamos nuestras posibilidades de generar valor social y utilizamos las metas aquí planteadas como guía para la identificación de retos globales a los que poder contribuir de manera coherente con nuestra actividad empresarial.

En este nuevo contexto, aspiramos a trabajar por un mundo mejor, integrando en nuestro discurso corporativo y en nuestra propia estrategia la apuesta por el impacto social en las actuaciones que llevamos a cabo, con inversiones que exigen un claro retorno social y ambiental positivo.

Todas estas, en consecuencia, no son sino manifestaciones de un esfuerzo colectivo, fruto de una conciencia social cada vez más madura, que reclama la integración de valores universales en el mundo de la empresa y del trabajo exigiendo, a su vez, que la economía global beneficie a todas las personas y respete el medioambiente.